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martes, 28 de agosto de 2007

¿Un deber?... Una estrategia


Días atrás Córdoba leía en los periódicos locales los informes sobre el patrimonio de que disponen los candidatos a la intendencia. Bienes inmuebles, automóviles, hipotecas y prendas… ¡No! versiones.
Se abre por primera vez un irrisorio debate gráfico, compuesto por balances dibujados y funcionales a las titubeantes estrategias de campaña. Debate que abunda de artilugios disfrazados de deberes políticos.
Los partidos presentan propuestas de política fiscal y provisional. Por ésto la importancia de la transparencia en estos casos. Sólo un dato: En el apartado "deudas, hipotecas y prendas", el candidato por el Frente Cívico y Social, Daniel Giacomino, posa sus estúpidas agallas y nos muestra que adeuda una mora hipotecaria de 100 mil pesos. El único ingreso del ex diputado, consignado por La Voz es de 2.178 pesos, correspondientes a lo percibido por el cargo de Rectorado de Ceremonial y Protocolo de la UNC. Sin más, la siguiente línea apunta: “$2000” en gasto familiar. Es evidente la ausencia de algunos datos. “Una ONG”, aclara La Voz del Interior, es la encargada del seguimiento de la validez de estos procedimientos. ¿Son accesibles las bases de datos de las escribanías donde se expendieron estas declaraciones juradas? ¿Son estas escribanías independientes de los intereses del estado? ¿Quien realiza el escrutinio de estos datos difundidos?
Quizá el imperativo moral que mueve este deber político es sólo un mito, un principio republicano reemplazado por fotomontajes de los candidatos.
Quizá leamos estás mentiras con desconfianza.
Quizá nuestra desconfianza deba dejar su timidez y gritar como Manolito de las tiras de Mafalda:

¡Y no me vengan con discursitos, por que no me van a convencer!